Más de 100 mil personas ya se inscribieron en el ReNaTEP

En menos de un mes, el Registro de Trabajadoras y Trabajadores de la Economía Popular tuvo inscriptos de todas las provincias. Más del 49% de las registraciones son de mujeres, frente a un 33,6% de hombres.

Más de 100 mil personas se inscribieron ya en el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (ReNaTEP). La iniciativa, impulsada desde el Ministerio, apunta a conocer de manera detallada la situación laboral de un importante sector que comprende a unas 6 millones de personas.

Según el director nacional de Economía Social y Desarrollo Local, Pablo Chena, el balance de los pocos días que lleva en marcha el registro, el cual se abrió el 7 de julio, es más que positivo: “Pese a que estamos iniciando de manera gradual, por ahora solamente vía página web, en poco tiempo ya tiene un caudal de inscriptos interesante”, destacó.

En una segunda etapa, está prevista una Aplicación (App) para descargar en teléfonos móviles y también una serie de operativos de registración en el territorio a través de un grupo de promotores que no solo buscarán robustecer al ReNaTEP sino que, también, funcionarán como tutores para la inscripción fiscal y el asesoramiento en la inclusión financiera.

“La idea es que vayan acompañando a estos trabajadores y trabajadoras de la economía popular en el camino de la formalización. La registración es un primer escalón de una escalera que busca llevar a este sector a un nivel de formalización similar al de la economía tradicional”, explicó Chena.

La inscripción otorga un certificado que reconoce a los inscriptos como trabajadores y trabajadoras de la economía popular, que les posibilitará acreditar en otros programas del Ministerio como el Potenciar Trabajo. “Esto incentiva la registración en un sector de alta informalidad, en el que no hay una cultura de inscribirse en entes relacionados al Estado, sino solamente a programas sociales”, dijo.

Lo importante del ReNaTEP para Chena es que “reivindica al trabajo como ordenador social” en un sector que para la estadística tradicional está compuesto fundamentalmente por inactivos, desocupados o, a lo sumo, trabajadores informales.

“Este registro tiene una concepción totalmente distinta viene a reconocer el trabajo y lo hace desde la política pública como un primer paso en el camino a la formalización”, dijo.

Mayoría de mujeres
Según los datos, hasta el momento, un 49,3 % de las personas inscriptas son mujeres frente a un 33,6 % de hombres. Vale aclarar que alrededor de un 0,3% de las registraciones corresponde a personas trans u otras percepciones de género, mientras que un 16,8% no completó el ítem. Chena explicó que la mayoría de mujeres es una característica propia del sector, y marcó tres momentos para pensar el desarrollo histórico de la economía popular.

“Cuando el fenómenos empieza a crecer los trabajadores venían del trabajo formal con trayectorias laborales en la industria o en empresas públicas que fueron privatizadas en los ‘90”. En este primer momento la mayoría de los trabajadores eran hombres mayores de cuarenta años que el mercado formal del trabajo dejaba en el camino.

“Luego hubo una inclusión muy importante de mujeres, también por las dificultades de ingreso que tiene el mercado del trabajo formal, muchas terminaron desarrollando oficios de la economía popular”, remarcó el funcionario y explicó que desde hace unos cinco años se está notando el ingreso de muchos jóvenes. “La mayoría son hijos de padres y/o madres que se consolidaron en la economía popular y que trabajan con ellos. Estamos teniendo primeras y segundas generaciones propias de la economía popular”, resaltó.

Llegar a cada rincón
Una de las claves para que el ReNaTEP sea representativo de la masa de trabajadores y trabajadoras del sector es la federalización de la herramienta. Si bien en poco tiempo el registro recibió inscripciones de todas las provincias, Chena destacó la necesidad de ir fortaleciendo el trabajo con las provincias, los municipios y los movimientos sociales para que hagan suya la herramienta.

La provincia de Buenos Aires es la que encabeza el registro seguida por Formosa, Chaco, San Juan, Córdoba y Salta. “Los números están relacionados con el esfuerzo que está haciendo tanto el Gobierno Nacional como las organizaciones sociales y los gobiernos provinciales por impulsar el Registro”, explicó Chena.

“Nosotros venimos a dar respuesta desde la política pública a una preocupación previa, en muchos lugares ya existe un trabajo de concientización en el sector de la importancia de ser reconocidos como trabajadores”, destacó. Así, la estadística en términos regionales está determinada por “la heterogeneidad del tejido social, el tamaño de la economía popular de la zona y cómo las organizaciones y el estado provincial se han ido enterando de la herramienta y la han ido utilizando”.

Heterogeneidad del sector
Otro de los datos a los que apunta el ReNaTEP es diferenciar las distintas actividades que se desarrollan en ese amplio sector de la economía productiva y de servicio. Así, se distinguen en el formulario de inscripción, ocho segmentos de la economía popular:

1.Comercio popular y trabajos en espacios públicos.
2.Recuperación, reciclado y servicios ambientales.
3.Construcción e infraestructura social y mejoramiento ambiental.
4.Industria manufacturera.
5.Servicios socio-comunitarios.
6.Agricultura familiar y campesina.
7.Transporte y almacenamiento.
8.Servicios personales y otros oficios.

“Estamos buscándolos como trabajadores y trabajadoras, en su lugar de trabajo, en su actividad, en su rama productiva que son, al menos, no convencionales; que nacen en muchos casos de la cercanías con las necesidades que tiene el barrio. Son trabajadores y trabajadoras que inventan sus propios trabajos en función de las necesidades que ven en su medioambiente social”, explicó Chena y de ahí la heterogeneidad de los trabajos y las variaciones en las formas de llevarlos adelante.

“Pueden ser independientes, pueden ser asociados, cooperativas, proyectos productivos, pequeños emprendimientos de la agricultura familiar o hasta empresas recuperadas importantes. Desde grandes cooperativas o empresas recuperadas, a trabajadores independientes”, detalló.